Cuando visito un lugar, me encanta conocer su cultura y forma de vida… y creo que estos museos tan originales y sorprendentes son una oportunidad para descubrir cada sitio de un modo diferente.
Aquí te dejo varias propuestas que espero que te gusten (en cada uno de estos museos, encontrarás el enlace web para que puedas ampliar la información).
Índice de contenidos
1. Museo del Papel en Amalfi
En mi último viaje a Nápoles y la Costa Amalfitana, descubrí esta antigua fábrica de papel, hoy reconvertida en Museo del Papel (o Museo della Carta, en italiano). De todos los encantos de esta bella ciudad (próximamente subiré un artículo completo del viaje), me llamó mucho la atención este museo.
Durante la visita guiada (en italiano o inglés), es fácil comprender la importancia que tuvo Amalfi en la historia de la manufactura del papel. En esta localidad, llegó a haber 17 fábricas de papel, pero hoy en día sólo quedan dos: una sigue en activo y la otra es este museo, una de las primeras fábricas que hubo en Europa.
En el recorrido, se pueden ver los materiales de trabajo y las máquinas originales e incluso algunas de ellas en funcionamiento. La explicación de la historia del papel y su evolución a lo largo de los siglos me resultó fascinante. Y para los más curiosos, es posible comprar una entrada especial que incluye además un taller de fabricación artesanal de papel.
2. Museo de Miniaturas en Mijas
Este museo tan peculiar es conocido como el Carromato de Mijas o Carromato de Max, ya que fue fundado por el Profesor Max hace más de 40 años en este bonito pueblo malagueño. En él se pueden ver (en muchos casos con lupa), obras en miniatura muy curiosas procedentes de más de 50 países.
Desde figuras talladas en un palillo de dientes, a diminutas pinturas sobre una chincheta, pasando por una cabeza humana reducida por los indios jíbaros. En la foto, puedes ver una miniatura increíble de Las Meninas de Velázquez. Se podría decir que es «la colección más grande del mundo de las cosas más pequeñas».
3. Museo Estrella Galicia en La Coruña
Para los amantes de la cerveza, el MEGA es una auténtica experiencia. Bien sea la visita libre o una combinada con tiraje o con cata de cervezas, merece la pena conocer este museo. El itinerario es totalmente interactivo. Comienza explicando los orígenes de la cerveza; a continuación se puede conocer y oler las diferentes materias primas y su proceso de elaboración. Como se encuentra junto a la fábrica de Estrella Galicia, también se ve el proceso de envasado real. La última parte de la visita está dedicada a la historia de esta compañía cervecera.
Para terminar con buen sabor de boca, hazte un experto con una de las actividades que ofrece el museo o disfruta la degustación de cerveza incluida en la visita libre. Se encuentra a las afueras de la ciudad, por lo que se puede acceder fácilmente en autobús urbano (muy recomendable si vas a hacer degustación o cata). No olvides reservar previamente, ya que los grupos son limitados.
4. Museo de la Moda y el Encaje en Bruselas
En la capital belga, en una callecita muy cerca de la Grande Place, se halla este museo que combina la parte más tradicional de los encajes belgas con la modernidad del diseño de moda. El Museo de la Moda y el Encaje se encuentra en un edificio pequeño, en el que no tiene suficiente espacio para mostrar su amplísima colección de 10.000 piezas. Por ello, tiene que ir rotando la exposición de los objetos mediante muestras anuales y temáticas.
El comienzo de la visita nos muestra las técnicas e historia de los encajes típicos de Bruselas, con piezas originales desde el siglo XVI. Las condiciones de luminosidad, humedad y temperatura son muy importantes para su conservación. En la zona dedicada a la moda, se hace un recorrido por la moda europea occidental desde el sigo XVIII hasta nuestros días, destacando numerosos trajes de alta costura e importantes diseñadores, algunos realmente originales.
5. Museo Automovilístico y de la Moda en Málaga
Para seguir con museos «combinados», volvemos a la Costa del Sol para visitar el Museo Automovilístico y de la Moda en Málaga. Ubicado en la Antigua Tabacalera, acoge una colección única en el mundo reuniendo arte, moda y diseño. Además de la visita libre, ofrece eventos, visitas guiadas, desfiles y más actividades.
A los amantes de los coches, les encantará la colección de este museo que incluye automóviles de todas las épocas: modelos de firmas como Hispano Suiza, Rolls Royce, Mercedes, Bugatti, Chrysler, Cadillac y muchos más. Casi cien vehículos restaurados y pertenecientes a un sólo propietario ilustran la evolución a lo largo de tres siglos, organizados en trece salas temáticas. Incluso podrás ver alguno de estos coches clásicos en funcionamiento.
Con una presentación muy sugerente, la colección de moda incluye prendas vintage de marcas como Chanel, Dior, Givenchy, Balmain o Prada, una selecta muestra de más de 300 ejemplares acompañados de sombrereras, maletas de época y sombreros; en definitiva, un recorrido por la alta costura del s.XX.
6. Museo de las Ilusiones en Madrid
En pleno centro de Madrid, encontramos este pequeño museo tan original como divertido. El Museo de las Ilusiones ofrece una experiencia visual, sensorial y educativa donde aprender más sobre las ilusiones ópticas y cómo funciona nuestra percepción.
Te puedes hacer fotos en todas las salas y llevarte un curioso recuerdo del Túnel del Vórtice, el Cuarto Infinito, el Cuarto al Revés, etc. En la parte final de la visita, podrás poner a prueba tu inteligencia con varios juegos de rompecabezas.
7. Museo Farmaceútico en Matanzas
En la ciudad cubana de Matanzas, descubrí esta joya de los museos. El Museo Farmaceútico conserva la única Botica Francesa de finales del s. XIX, que se muestra tal y como era originalmente. Fundada en el año 1882 y convertida en museo en 1964, es una auténcia joya y monumento nacional.
La visita guiada es de las más interesantes que he vivido en un museo, con una explicación muy instructiva de la rebotica, la sala de ventas y el laboratorio. Destacan los potes de porcelana francesa, los frascos de vidrio tintado norteamericanos y los libros de recetas, que me llamaron mucho la atención y que aún hoy en día son estudiados.
8. Museo Folclórico Noruego en Oslo
Este museo no sólo es muy interesante por su contenido, sino que es realmente diferente por su presentación. El Museo Folclórico Noruego se trata de un museo al aire libre, a pocos minutos en coche o autobús del centro de Oslo. Con 55 casas tradicionales de todas las regiones de Noruega repartidas en diferentes áreas, es posible conocer de primera mano las tradiciones y floclore del país. Es una manera muy divertida de ver las actividades tradicionales, la cultura y la artesanía de Noruega. Además ofrece numerosas actividades para los más pequeños… y no tan pequeños.
9. Museo Casa Lis en Salamanca
Se trata de un Museo Art Nouveau y Art Déco situado en un palacete de principios del s.XX construido sobre la antigua muralla salmantina. Si el edificio de la Casa Lis es realmente bonito y llamativo, no lo es menos su colección de artes decorativas, con piezas desde finales del s.XIX hasta la Segunda Guerra Mundial. En muchos casos se trata de objetos de artes aplicadas de tipo utilitario, pero concebidos con una cuidada estética.
El museo se divide en diecinueve colecciones que incluyen piezas de joyería, porcelanas, obras de cristal, muebles, muñecas de porcelana, etc. Sin duda, es uno de mis imprescindibles de Salamanca y, siempre que visito la ciudad, busco un rato para volver a visitarlo.
10. Museo Nápoles Subterránea
Terminamos el recorrido por los museos originales y sorprendentes con la visita a Nápoles Subterránea. Aunque no es propiamente un museo tal y como lo entendemos, es sin duda una visita muy interesante y diferente. Conservado por la Asociación Napoli Sotterranea, nos muestra una vista mucho menos conocida de la ciudad y, sin embargo, muy importante para su historia. Hay que bajar a 40 metros de profundidad, bajo las estrechas y animadas calles del centro napolitano.
Hay visitas guiadas a diferentes horas y en varios idiomas. Las primeras excavaciones de cuevas datan de hace 5.000 años. En el periodo griego fueron utilizadas como mina de piedra tufa para la construcción y también como cementerio. Los romanos usaban los túneles para desplazarse por la ciudad (algunos de ellos no aptos para claustrofóbicos) y añadieron además la construcción de un acueducto (en uso hasta el s.XVII y sustituido entonces por uno nuevo).
A comienzos del s. XX, se abandonaron las cuevas pero en la Segunda Guerra Mundial recuperaron su importancia al usarse como refugios antiaéreos, llegando a acoger a cientos de miles de ciudadanos. Durante años, muchas de estas cuevas también se usaron como vertedero de escombros, hasta que en la actualidad se han recuperado parcialmente para la visita cultural e histórica.
Espero que te haya resultado interesante el viaje por estos 10 museos poco conocidos pero muy originales y únicos en su especie. ¿Y tú, qué otras visitas a museos curiosos me recomiendas?