Su historia, sus paisajes, su calma y su esencia singular, hacen de Menorca un destino que merece mucho la pena conocer… ¡y repetir! ¿Quieres descubrir Menorca a tu aire?

Es Grau atardecer Menorca

Menorca es una de las Islas Baleares que mejor ha preservado su originalidad, huyendo del turismo masivo y las prisas. El carácter tranquilo y ‘slow’ de sus gentes y sus bellos rincones te hacen sentir en un remanso de paz: un lugar ideal para desconectar de la rutina diaria. Así me sentí yo durante la semana que estuve recorriendo la isla.

Las distancias son pequeñas, así que es práctico alojarse en Maó o Ciutadella, y desde ahí moverse por toda la isla. En mi caso, opté por Maó y estuve muy a gusto en el Hotel Catalonia Mirador des Port.

Maó casas centro

De sus 700 km2, dos terceras partes son superficie protegida y sólo el 6% está urbanizado. Además, la isla fue declarada Reserva de la Biosfera. Gracias a ello, hoy podemos disfrutar de más de 100 calas y playas, algunas aún en estado virgen y sin rastro de urbanización, ¡una verdadera maravilla!

A pesar de ello, yo recomiendo huir de las fechas más turísticas, si quieres disfrutar al máximo de la sensación de paz, por ejemplo del atardercer en soledad en la Cala Macarelleta.

Cala Macarelleta Menorca

Los faros de Menorca

Siete faros rodean la isla, a cual más bonito (en realidad son 6, más uno que está en la Illa de l’Aire, muy cerca de la costa). Son parte de la imagen más característica de Menorca, siendo el más antiguo el de Cavalleria (foto centro), construido en 1857 debido a la alta siniestralidad que había en la costa norte, más agreste que el sur.

El de Artrutx es el más alto de Menorca (foto derecha), con su esbelta torre de 38 m. Pero quizás mi favorito es el de Favaritx (foto izquierda), situado en un paraje espectacular y de gran valor natural. Los otros tres faros de Menorca están en Ciutadella (foto abajo), Punta Nati y Maó.

Faros Menorca

Maó

Maó o Mahón es la actual capital de Menorca. Es una ciudad animada, cuya vida gira en torno a sus plazas: Constitución, de la Conquista, del Carmen, España, del Bastión. Parte de su encanto se debe a la unión entre su identidad propia y su visible pasado británico. La iglesia de Santa María, la Casa Mercadal, el Portal de Sant Roc y los Mercados Sa Peixateria y Des Claustre son algunos de los lugares que incluye nuestra ruta.

Mercad des Claustre Maó Menorca

Y para conocer mejor la historia de la ciudad y de la isla, es muy interesante visitar el Museo de Menorca (en la Iglesia de Sant Francesc), donde aprender sobre arqueología, arte y cultura menorquinas se hace muy ameno. También me gustó mucho Ca n’Oliver, una casa señorial del s. XVIII, y en especial la decoración y su colección cartográfica 😉

Can Oliver Maó

Bajando al puerto, en el Muelle de Levante, encontramos sitios muy apetitosos para comer, yo os recomiendo el Café Baixamar en el que disfrutamos una comida muy agradable. Para descubrir todo el puerto con sus más de 5 km de longitud (es el puerto natural más grande de Europa y el segundo del mundo), una buena opción es hacer una ruta en barco, en la que además de recorrerlo y conocer los lugares más representativos, se puede disfrutar de visión submarina.

La Mola Maó Menorca

Al final del puerto, se encuentra La Mola, una gran obra de ingeniería militar de mediados del s. XIX, cuyos túneles son impresionantes. Por toda Menorca, encontramos castillos, murallas, fortificaciones, torres,… una buena muestra del pasado militar de la isla.

Es Castell y Sant Lluís

En la orilla opuesta a la Mola, saliendo de Maó llegamos enseguida a Es Castell. Allí podemos visitar el Fuerte Marlboroough y el Castillo de San Felipe. Y para terminar el día, merece la pena un paseo por Calesfonts a la caída de la tarde, con su aire marinero y su oferta gastronómica.

Calesfonts Maó Menorca

Un poco más al sur, está el pueblo de Sant Lluís, cuyo símbolo es el Molino de Dalt, que acoge el Museo Etnológico. En total, en Menorca, hay hasta 30 molinos de viento, agua, fuego y de tracción animal. Algunos como el de Dalt han sido restaurados, pero otros están en mal estado y se han puesto en marcha iniciativas para recuperar este importante patrimonio menorquín.

Molino Sant Lluis Menorca

En este mismo municipio, junto a la costa, está el poblado de Binibèquer Vell. Fue construido como urbanización turística en los años 70, imitando un pueblo pesquero. Sus fachadas blancas, tejados y chimeneas son ya una típica imagen de Menorca.

Binibequer Vell Sant Lluis Maó Menorca

Ciutadella

Justo al otro lado de la isla, se encuentra Ciutadella. Su elegancia y su arquitectura son testimonio de un pasado señorial, en el que fue el centro de poder de Menorca. El entramado de calles del centro histórico nos transporta a otra época. Entrando por la Plaza d’es Born, en la que encontramos el Ayuntamiento y un gran obelisco, llegamos enseguida a la Catedral, realmente imponente.

Catedral Ciutadella Menorca

Ses Voltes es una de las calles más representativas, con sus pórticos abovedados y paseando por ella perdemos la noción del tiempo con sus tiendas y bares. En la Plaza de la Libertad se encuentra un encantador mercado, donde comprar, comer o tomar algo.

Ses Voltes Ciutadella Menorca

El puerto de la ciudad es uno de los lugares de encuentro más bonito, con los restos de la antigua muralla medieval, y con más ambiente. Si llegamos hasta la entrada del puerto, podremos ver el Castillo de Sant Nicolau, que vigilaba y defendía Ciutadella de posibles ataques.

Puerto Ciutadella Menorca

En el centro de la isla

A medio camino entre Maó y Ciutadella se encuentra el municipio de Es Mercadal. Después de pasear por el pueblo, donde destacan la Iglesia de Sant Martí y el Molino des Racó, cogemos la carretera para ascender El Toro, que con 358 metros de altitud es el punto más elevado de Menorca. En lo más alto se encuentra el Santuario de la Virgen del Toro, pero sobre todo impresionan las vistas panorámicas de toda la isla, e incluso si el día está claro se puede divisar Mallorca.

Vistas desde Toro Es Mercadal Menorca

A unos kilómetros al norte, se encuentra Fornells, único pueblo de la costa norte. En él se unen la tradición pesquera, el turismo y la gastronomía. Además, su torre de defensa es una de las mejor conservadas.

Camí de Cavalls

Entre los ‘lugares’ que más me gustaron de Menorca, está el Camí de Cavalls: una ruta de 184 km de longitud que rodea la isla. Aunque sólo hice algún pequeño tramo, se puede recorrer todo el perímetro de la isla en 20 etapas, así que creo que lo tengo pendiente para la siguiente visita. El camino se puede hacer tanto a pie como en bici… y a caballo, ¡cómo no! Es una estupenda opción para disfrutar a tope de la naturaleza.

Camí de Cavalls Menorca

Cultura talayótica

Otra de sus señas de identidad es la cultura talayótica, única en el mundo. Menorca recibió sus primeros pobladores en torno al 3000 a.C. A lo largo de su pasado prehistórico, se sucedieron varias etapas, siendo la talayótica del 850 al 550 a.C. Las taulas y navetas son dos construcciones que sólo se encuentran en Menorca, donde hay más de 1.500 yacimientos, aunque no todos son visitables.

Naveta de Tudons Ciutadella Menorca

Es recomendable confirmar antes el acceso a los yacimientos, ya que fuera de temporada alta, a veces puede resultar difícil encontrar abierto el recinto de algunos de ellos. Quizás la construcción más conocida es la Naveta des Tudons, a las afueras de Ciutadella. También es interesante visitar otros yacimientos, como el de Torralba d’en Salord.

Por las calas y playas

Nuestro recorrido por Menorca no podía terminar sin habernos bañado y relajado en las playas y calas que rodean la isla. Es muy difícil hacer una selección y, aunque no puede visitarlas todas, me enamoré de más de una. Aquí te dejo varias que no te puedes perder.

  • Es Grau: de poca profundida y aguas tranquilas. Ver allí el atardecer es todo un espectáculo. Se encuentra junto a la Albufera des Grau, un parque natural en cuya laguna se puede disfrutar avistanto numerosas aves.

Playa Es Grau Menorca

  • Cala Mesquida: un amplio arenal con forma de media luna, flanqueada por dos montíuclos y a tan sólo 6 km de Maó. Ideal para un plan familiar.
  • Cala en Porter: en un entrante de mar entre acantilados, se encuentra esta playa. Caminar por la pasarela junto a la roca que se adentra en el mar es toda una experiencia, que permite ver una perspectiva estupenda de la playa y el entorno.

Cala en Porter Menorca

  • Arenal d’en Castell: su amplitud, aguas poco profundas y fácil acceso la convierten en una de las más turísticas, aunque igualmente bonita con su forma semicircular.
  • Cala en Turqueta: es una de las playas vírgenes más populares. Aguas transparentes de color turquesa, fina arena y un entorno natural de paraíso… ¡qué más se puede pedir!

Cala en Turqueta Menorca

  • Calas de Macarella y Macarelleta: el recuerdo de visitar estas calas al caer la tarde sin nadie más, seguro que no lo olvidaré nunca. Los acantilados que las rodean y el paisaje te dejan sin palabras. Desgraciadamente en temporada alta se masifican y se hace necesario restringir el acceso de coches.
  • Son Bou: con cerca de 2,5 km, es la playa más extensa de Menorca, con una zona virgen y otra urbanizada. Qué mejor lugar para despedirnos de este viaje por Menorca.

Son Bou Menorca

Con unas abarcas (las hay de todos colores), una ensaimada de Cas Sucrer que no te puedes perder y un rico queso de Maó, tocaba volver a casa… aunque ya deseando repetir y seguir descubriendo Menorca a mi aire. 😉

¿Y tú ya conoces Menorca? ¿Cuál es tu rincón favorito de la isla?

Abarcas Menorca

Un pensamiento en “Descubrir Menorca a tu aire

  • 25 julio, 2020 a las 22:54
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    Menorca es una maravilla, la conocí en 1981 y la volví a visitar como unas 10 veces,el rincón preferido no sabría cual, quizá Macarella y Macarelleta,pero hay que ver Turqueta, Mitjana,Coves,etc, no dejar de visitar la cova d’en Xoroi y tomar caldereta de langosta en Es Cranc (Fornells) etc.etc.

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